Es automático y sencillo. El sistema con túnel de lavado se basa en una máquina con rodillos que limpia la carrocería de tu vehículo para más tarde aplicarse una corriente de aire para secarlo.

Se trata de un proceso seguro, sólo debes tener en cuenta cuatro reglas básicas:

• Plegar los espejos retrovisores y la antena.

• Dejar completamente subidas las ventanas.

• Apagar el motor y dejar el coche inmovilizado.

• Tener en cuenta la limitación a ciertos vehículos que cumplan con las siguientes características: bolas de remolque, rueda de repuesto exterior, bacas u otros elementos externos del vehículo.

Por último, solo tienes que dejarte guiar por las indicaciones luminosas que te orientarán durante el proceso, relajarte y…¡disfrutar de lucir un coche reluciente!